Zuckerberg se enfrenta a una ola de filtraciones en Meta mientras planea invertir en IA y «rescatar» Facebook
Mark Zuckerberg, CEO de Meta, se encuentra en el ojo del huracán informativo debido a una serie de acontecimientos recientes que abarcan desde sus ambiciosos planes tecnológicos hasta una preocupante situación interna: la constante filtración de información confidencial.
El magnate tecnológico ha expresado su intención de revitalizar la experiencia original de Facebook y ha anunciado una inversión multimillonaria en inteligencia artificial (IA), concretamente 62.000 millones de euros, para impulsar el desarrollo de esta tecnología dentro de su conglomerado empresarial. Sin embargo, este ambicioso panorama se ve empañado por un problema que Zuckerberg considera prioritario: las persistentes fugas de información dentro de la compañía.
Según una publicación de TechSpot, durante una reunión interna con empleados, Zuckerberg manifestó su frustración con la situación afirmando: «todo lo que digo se filtra». Irónicamente, esta misma declaración se filtró a la prensa casi inmediatamente, poniendo en evidencia la gravedad del problema y la aparente incapacidad de la empresa para controlarlo. Este incidente no ha hecho más que acentuar la preocupación de la directiva de Meta por la vulnerabilidad de su información interna.
Para intentar frenar esta hemorragia de datos, Meta ha implementado una serie de medidas que incluyen la omisión de preguntas sensibles durante las reuniones y la desactivación de la sección de comentarios en las transmisiones en vivo. Además, Guy Rosen, jefe de seguridad de la compañía, ha advertido a los empleados que las filtraciones serán severamente castigadas con el despido si se identifica a los responsables. Esta advertencia, como era previsible en el contexto actual, también se filtró a los medios, generando aún más burlas y cuestionamientos sobre la eficacia de las medidas implementadas.

Filtración revela descontento de Zuckerberg en Meta.
Rosen ha argumentado que estas filtraciones no solo dañan la moral del equipo, sino que también desvían recursos cruciales que deberían estar destinados a la misión principal de la empresa. La compañía ya ha despedido a varios empleados en el pasado por filtrar documentos confidenciales, demostrando así su postura inflexible ante este tipo de infracciones. Meta considera que la protección de la información, tanto de sus proyectos como de la empresa en sí, es fundamental para su éxito y estabilidad a largo plazo.
Algunos analistas sugieren que este aumento en las filtraciones podría estar relacionado con el acercamiento de Zuckerberg a figuras políticas como Donald Trump. La reciente donación de Meta de un millón de euros al acto de investidura de Trump ha generado malestar entre algunos empleados, quienes podrían estar detrás de las filtraciones como forma de protesta. Esta donación, indicativa de un posible cambio en la postura política de Zuckerberg, ha añadido otra capa de complejidad a la ya tensa situación. A pesar de los esfuerzos de la compañía por contener las filtraciones, el problema persiste, y el futuro de la seguridad informativa en Meta se presenta incierto.