El Departamento de Justicia de EE. UU. Ordena a Google Vender Chrome
El Ministerio de Justicia de Estados Unidos ha dictado una nueva resolución en la que se exige a Google la venta de su navegador Chrome. Esta decisión ha sido reportada por medios como The Washington Post y The New York Times. Esta acción se produce en el contexto de un proceso judicial que comenzó en 2020, cuando el Gobierno y varios estados demandaron a Google por prácticas monopolísticas.
Después de un juicio de diez semanas en 2023, un juez federal concluyó que Google es un monopolista y que hace un uso indebido de su posición dominante en el mercado de búsquedas. La medida busca «poner fin al control de Google sobre este punto crucial y permitir que los motores de búsqueda competidores accedan a un recurso vital para muchos usuarios de internet».
Además, el tribunal ha confirmado un fallo que prohíbe a Google pagar a fabricantes de teléfonos inteligentes, como Apple y Mozilla, para que su motor de búsqueda sea el predeterminado. Sin embargo, se rechazó una moción que exigía la venta de participaciones en start-ups de inteligencia artificial, dado que Anthropic, una de ellas, declaró que necesitaba la inversión para su funcionamiento.

La presión del gobierno estadounidense sobre Google para impulsar la competencia en inteligencia artificial.
Mientras tanto, Google deberá notificar a las autoridades sobre cualquier transacción relacionada con inteligencia artificial, aunque la venta de Chrome podría llevar a la empresa a proponer alternativas a las exigencias del Ministerio de Justicia. Antes, Google había manifestado que las medidas sugeridas «interfieren excesivamente en sus operaciones comerciales».
Se espera que el futuro de Google y la resolución de estas medidas se definan en una audiencia programada para abril, donde el juez Amit Mehta, quien ya había declarado a Google como monopolista, escuchará los argumentos de las partes implicadas. Estos desarrollos reflejan las posibles tendencias en la política antimonopolio bajo la administración de Trump, donde, a pesar del apoyo financiero que recibieron de gigantes tecnológicos como Google, las autoridades podrían mantener una postura firme hacia estas corporaciones, similar a la de la administración Biden.
Los efectos de estas decisiones serán significativos no solo para Google, sino también para la industria tecnológica en su conjunto, marcando un potencial cambio en la dinámica y competencia del mercado digital. La vigilancia sobre las prácticas comerciales de las grandes empresas tecnológicas parece estar tomando un rumbo más riguroso, lo que genera un futuro incierto para el sector.