La PS Vita es recordada por muchos con un sentimiento de nostalgia, pero a nivel comercial, su desempeño fue decepcionante. Son solo 16 millones de unidades vendidas en comparación con los 82 millones que logró su predecesora, la PSP. En una reciente entrevista, Shuhei Yoshida, ex presidente de SIE Worldwide Studios, ha compartido su visión sobre lo que salió mal en el lanzamiento de esta consola portátil.
Yoshida reconoce que una de las decisiones más controvertidas fue la implementación de tarjetas de memoria exclusivas, que forzaron a los usuarios a gastar más. «La gente tenía que gastar más dinero para obtener una tarjeta de memoria», señala, enfatizando que este fue un error significativo por parte de la compañía.
Otro de los aspectos que Yoshida critica son las características de diseño, como el touchpad trasero que considera «innecesario», así como la decisión de eliminar un puerto para salida de video para ahorrar unos costos mínimos en el hardware. No obstante, destaca que el problema mayor no residía en las características técnicas de la consola, sino en la falta de recursos humanos y la gestión por parte de PlayStation.
Durante la conversación, Yoshida especifica que la distribución de esfuerzos entre dos plataformas fue la principal razón del fracaso de PS Vita. «Los estudios debían decidir en qué consola trabajar, y no teníamos un equipo lo suficientemente grande como para soportar dos plataformas», explica. En este sentido, hubo que priorizar el desarrollo de juegos para PS3 y PS4, lo que dejó a la Vita en segundo plano.
A pesar de los tropiezos, Yoshida mantiene la esperanza de que PlayStation pueda considerar la creación de una nueva consola portátil. «Estaría muy emocionado si, en el futuro, PlayStation hiciera algo así», expresa entusiasmado, aunque subraya que, a su juicio, no sería recomendable gestionar nuevamente dos plataformas al mismo tiempo.
En resumen, la PS Vita, aunque entrañable para muchos, enfrentó dificultades significativas que llevaron a decisiones que afectaron su éxito. El legado de este dispositivo sigue vivo en la memoria de los jugadores, mientras la industria observa atentamente el futuro de las consolas portátiles.