Netflix triunfa tras 20 años: La clave del éxito aplicable a Game Pass

Tras más de dos décadas, Netflix finalmente lo ha logrado. Su reciente triunfo, un hito largamente buscado, revela una estrategia clave que podría ser la llave del éxito también para Game Pass. Descubre el secreto que impulsó a Netflix a la cima y cómo Microsoft puede replicarlo en su propio servicio de suscripción. Una lección de perseverancia, innovación y, sobre todo, de entender al consumidor.

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Netflix y Game Pass: La Clave del Éxito en el Streaming

Netflix: La Paciencia como Fórmula del Éxito en el Mercado del Streaming

A comienzos de 2019, la situación financiera de Netflix era tema de debate en los círculos económicos. Un análisis de CNN, con un titular tan directo como la realidad de la empresa, señalaba que «Netflix está quemando dinero. Esto no puede durar para siempre». La plataforma se encontraba en un periodo de estancamiento, con una deuda multimillonaria que generaba serias dudas sobre su viabilidad a largo plazo. Lejos de amilanarse ante el panorama desalentador, la compañía mantuvo una estrategia que pocos entendían: invertir masivamente en contenido propio.

La apuesta de Netflix, considerada por muchos economistas como un riesgo desmedido, se basaba en la premisa de que la creación de un catálogo atractivo de producciones originales atraería a un número suficiente de suscriptores para generar beneficios.

A pesar de que los ingresos y el número de usuarios crecían, el gasto y la deuda seguían la misma tendencia ascendente, llegando a alcanzar la astronómica cifra de 15.000 millones de dólares a finales de 2020. En ese momento, las ganancias netas apenas rozaban los 1.000 millones de dólares, un margen demasiado estrecho para la magnitud de la inversión.

Sin embargo, la respuesta de la compañía a las críticas siempre fue la misma: «Confíen en nosotros. La inversión en contenido propio, especialmente en aquel que permanece en nuestro catálogo indefinidamente, es la clave para atraer más suscriptores y generar mayores ingresos. Eventualmente, alcanzaremos una masa crítica de usuarios que nos permitirá ser financieramente independientes». Esta estrategia, fundamentada en la paciencia y la visión a largo plazo, fue la que finalmente convenció a los inversores para seguir apostando por la empresa.

Netflix y Game Pass

El éxito de Netflix y la lección para Game Pass.

El punto de inflexión llegó en enero de 2021, cuando Netflix anunció que dejaría de depender de la deuda para financiar sus operaciones. Fue entonces cuando implementó medidas como la inclusión de planes con publicidad y la restricción para compartir cuentas. Estas decisiones, sumadas a la adaptabilidad de la plataforma a las cambiantes demandas del mercado, resultaron ser acertadas, generando los beneficios esperados tanto para la empresa como para sus inversores.

Actualmente, con un margen de beneficio del 22% y 8.710 millones de dólares en ganancias sobre unos ingresos de 39.000 millones, el éxito de Netflix es un caso de estudio en la industria del entretenimiento. Su meteórico ascenso, tanto en el ámbito empresarial como en el mercado bursátil, es la envidia de sus competidores. La clave de su triunfo radica en la paciencia, una virtud escasa en el volátil mundo de los negocios, que le permitió construir un imperio sobre la base de pérdidas iniciales y una firme convicción en su modelo.

La lección de Netflix se extiende a otras empresas del sector, como Spotify, que recientemente alcanzó la rentabilidad tras años de pérdidas, o Disney+ y HBO Max, que siguen el mismo camino. El caso de Microsoft y su apuesta por Xbox Game Pass, aunque aún en desarrollo, refuerza la idea de que la paciencia es crucial en el mercado de las suscripciones.

Sin embargo, no todas las compañías pueden permitirse el lujo de esperar. El fracaso de Google Stadia, en contraposición al éxito de Xbox Cloud, ilustra cómo la falta de paciencia puede truncar un proyecto prometedor. La apuesta de Netflix por la creación de juegos propios, que recientemente sufrió un revés con la cancelación de seis títulos, demuestra que incluso los gigantes pueden tropezar en el camino. En definitiva, la capacidad de invertir a largo plazo, con la visión puesta en el futuro, parece ser la clave para alcanzar el éxito en el competitivo mundo del streaming.

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